Comunidad: Cataluña |
Provincia: Barcelona
Municipio: Viver i Serrateix |
Localidad: Viver
Código: B-CAS-003
Monumentos militares: Castillo
Los restos de El Castellot se encuentran sobre unos peñascos, en las inmediaciones de la localidad de Viver, perteneciente al término municipal de Viver i Serrateix, en la comarca de Berguedà de la provincia de Barcelona.
A un lado de la carretera, poco antes de llegar a Viver, hay un cartel que indica la dirección a seguir. Son unos 10 minutos andando por un camino marcado y señalizado. Hay partes de muy difícil acceso, por lo que no se puede subir a lo alto, solo se alcanzan a ver los restos desde abajo.
La referencia más antigua de esta fortificación se remontan al siglo VIII, cuando el rey franco Luis el Piadoso manda construir una serie de fortificaciones para la defensa y el control del territorio frente a los musulmanes establecidos al sur.
Aparece mencionado en un documento escrito en el año 988. En ese tiempo pertenecía al conde de Cerdaña Oliba Cabreta, nieto del conde de Barcelona Wifredo el Velloso.
Con el paso del tiempo la fortificación estuvo en poder de diferentes familias señoriales: Goldetrot en el siglo X, Castelladral en el siglo XI, Viver en el siglo XII, Peguera en el siglo XIII, Rajadell entre los siglos XIV y XVII y Barbens entre los siglos XVIII y el XIX.
La fortificación fue construida aprovechando varios peñascos alineados y muy juntos que formaban en conjunto una alargada formación rocosa de difícil acceso, de varias decenas de metros de largo y estrecha en términos generales. El conjunto no se situaba a gran altura, pero sí disponía de la suficiente para garantizar en algunos tramos la defensa y protección dado al desnivel del terreno. Las partes más vulnerables fueron protegidas por torres. Estas fueron realizadas inicialmente en madera (siglo VIII). Posteriormente fueron reemplazadas por otras de piedra, así como el resto de la fortificación.
En uno de los extremos, en el que uno de los peñascos tiene forma redondeada, hay al nivel del suelo restos de muros de una posible torre y una necrópolis con más de una decena de tumbas antropomorfas.
En una de las paredes de la plataforma, en el lado que da al pueblo, pueden verse diversos huecos pequeños alineados que serían los mechinales en los que se encajarían las vigas que sostendrían la estructura defensiva adosada a la roca. En esta parte iría adosada una torre de madera, que protegería el acceso a la fortificación. En el extremo opuesto, en la parte superior, pueden verse también unos pequeños huecos circulares sobre la roca, donde encajarían las maderas para otra de las torres.
En el centro de la fortaleza, en la parte superior, hay restos de muros adosados a la roca pertenecientes a un par de torres defensivas que podrían datarse en el siglo X, ya en época condal. Este punto es de difícil acceso, no se puede subir arriba, solo es visible desde el nivel del suelo o desde lo alto del peñasco contiguo.
En definitiva, solo quedan escasos restos de muros y mechinales, además de la necrópolis.
Se encuentra en estado de ruina consolidada. El conjunto fue intervenido hace poco tiempo, colocándose paneles informativos.
Protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Luis Puey Vílchez