El Castillo de Puig-Reig se encuentra en la localidad del mismo nombre, en la comarca de Berguedà de la provincia de Barcelona.
La primeras noticias del castillo de Puig-reig se remontan al año 907, y desde esta época fue una importante fortaleza situada dentro del condado de Berga, que se amplió durante toda la época medieval. En el siglo XII se convirtió en residencia de la familia vizcondal del Berguedà y más concretamente del trovador Guillem de Berguedà, el cual lo cedió, junto con su término y Fonollet, a los Templarios en su testamento del año 1187. Fue en este siglo cuando se construyeron los tres niveles de murallas por el sector de poniente y de mediodía, pues su pendiente sobre el Llobregat era una defensa natural, por el sector de Tramuntana (la actual calle Mosén Jacinto Verdaguer) se construyó el Portal de la Cruz.
Los templarios dominaron Puig-Reig hasta comienzos del siglo XIV, cuando la Orden fue anulada y los dominios de la antigua encomienda templaria de Puig-reig (que incluía el término del castillo, los territorios del Berguedà y las posesiones en la Cerdanya) pasó a la Orden de los Hospitalarios. En 1409 los Hospitalarios obligaron a los agricultores del término de Puig-reig a arreglar tres murallas que se encontraban en mal estado.
El recinto del castillo entró en una lenta decadencia y en el siglo XVI ya amenazaba ruina. Fue entregado entonces a una familia campesina, los Dodeny, y en el siglo XVIII aparecen documentados los Pellicer. En los últimos años la familia de los propietarios lo ha restaurado transformándolo en segunda residencia.
Se conserva el antiguo portal que daba acceso al castillo y algunos muros del siglo XII cerca de la iglesia.
Se encuentra restaurado y transformado.
Es de propiedad privada.
Protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Eduardo Argote Fraile, Guillermo Kumerz, Luis Puey Vílchez