El Castillo de Montjuic se encuentra situado en la cima de la montaña de Montjuic, en Barcelona, asentado sobre el solar de la antigua torre del Farrell que a su vez lo estaba sobre el castell del Port erigido en 1022.
Aparece documentado en 1022. A principios del siglo XI se construyó el llamado Castell de Port del que inicialmente era propiedad de la familia vizcondada de Barcelona. El paso de los años propició que fuera del dominio de Berenguer Bernat (1119), Guillem de Torrelles (1265), y Bernat de Sarrià (1329). Se sabe que había llegado a convertirse en un castillo ruinoso durante los años próximos a 1460 debido a la pérdida de su valor político. La Torre del Farrell que en realidad era una atalaya disponía de vigilancia propia mantenida por el Consell de Cent. Testigo y partícipe notable, tuvo significativa decisión en la resistencia contra Barcelona por parte de Joan II en 1472 y en la Guerra dels Segadors. Tras una gran ampliación en 1694 que la hace ocupar la práctica totalidad de la cima de la montaña fue destruida por Felipe V en 1706. En 1751 Juan Martín Cermeño siguiendo los planos del francés Vauban especialista en fortificaciones, lleva a cabo la reconstrucción del castillo. Durante 1808 se establecieron las tropas napoleónicas y dos años después empezó a destinarse como prisión.
El castillo de Montjuic posee un importante valor simbólico para los barceloneses, pues tanto Espartero como el mismísimo General Prim bombardeaban la ciudad de Barcelona cada vez que había desordenes durante las revoluciones burguesas y obreras del siglo XIX. Hasta hace poco tiempo la calle Nou de la Rambla era llamada calle del Conde del Asalto, en referencia a los bombardeos decimonónicos. Finalmente el Ayuntamiento decidió eliminar dicho nombre.
El castillo de Monjuic tiene además un profundo valor simbólico en la política catalana, al haber sido prisión y lugar de fusilamiento después de la Guerra Civil. En la vecina cantera llamada El Fossar de la Pedrera (que ha dado casi toda la piedra de construcción a la ciudad de Barcelona durante toda su historia) fue fusilado Lluis Companys, presidente de la Generalitat Republicana, capturado por Hitler en Francia y estradiotas a España.
Desde 1960 en que fue devuelto a la ciudad de Barcelona es un lugar de visita popular desde donde se observan unas espléndidas vistas de la ciudad.
Monjuic fue siempre una montaña impopular dado su carácter de necrópolis de tiempos inmemoriales, y parece asegurado que su nombre procede de Mont Jueu, que se traduce como Monte Judío, al decir la tradición que ahí se encontraba un cementerio judío.
La estructura actual de la fortaleza corresponde a la reconstrucción llevada a cabo en el siglo XVIII por Juan Martín Cermeño, siguiendo los planos del especialista francés en fortificaciones Vauban. Su forma es la clásica estrellada con diferentes fosos y fortines a prueba de resistir cualquier ataque. El acceso tras sobrepasar la puerta principal se divide en dos rampas en forma de V muy pronunciadas para llegar a la explanada principal donde hoy en día descansan los grandes cañones que defendían la fortaleza de los ataques desde el mar.
Es de propiedad municipal.
La entrada es gratuita, excepto el museo y la cafetería. Se puede acceder con automóvil o a través de un moderno esférico.
Está protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Jordi Pedrola, Eduardo Argote Fraile, Luis Carlos Gargallo Martínez, Luis Puey Vílchez, Oriol Miró Serra