El Castillo de Matamala se alza sobre un altozano en el término municipal de Quinto, comarca de Ribera Baja de Ebro, provincia de Zaragoza, a unos 5 kilómetros del pueblo por la carretera de Sástago, encima de la vieja ermita de Matamala y junto a la vía del tren y del río Ebro (al otro lado de la carretera).
El castillo de Matamala fue construido por los musulmanes entre los siglos X o XI para vigilar y controlar el curso del Ebro, y debió servir como defensa para la pequeña población de Matamala, un conjunto de efímera existencia en época medieval. Fue conquistado por el rey aragonés Alfonso I el Batallador en 1118, en el transcurso de la campaña de reconquista de Zaragoza.
La disposición de la fortaleza de Matamala es la típica de las construcciones de origen musulmán en España. Se levanta sobre un cerro al borde de un barranco, para poder utilizar así sus defensas naturales, y en una excelente situación estratégica como vigía del río Ebro.
Se trata de un recinto rectangular aunque irregular, pues sus muros se adaptan al terreno donde se asienta, con un torreón cuadrangular en uno de sus extremos, en la parte más alta. Apenas queda en pie un lienzo y el arranque del otro pertenecientes al torreón y un fragmento de muro del recinto.
Es una obra de tosca ejecución, realizada en dos capas de mampostería irregular con relleno de piedras sueltas entre abundante mortero de yeso en el torreón, y de tierra con cascote en el muro del recinto. Uno de los muros del torreón presenta exteriormente revoque de yeso, lo que parece indicar que todos los paramentos exteriores se encontraban revocados.
Se encuentra en estado de ruina y totalmente abandonado.
Está protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Luis Puey Vílchez