Es el paseo por antonomasia de los palmesanos, y núcleo de los primeros asentamientos humanos. Por él corrió el torrente de Sa Riera antes de la modificación de su curso, y del siglo XIX llegan crónicas que lo describen como un lodazal infestado de mosquitos. En 1833 se realizó la primera gran reforma del paseo, instalando las esfinges de las leonas y la fuente de las tortugas. Treinta años más tarde se alargó la vía y se construyó un monumento dedicado a Isabel II que sólo duró 5 años. Estaba levantado en la actual plaza de la Reina y no sobrevivió a La Gloriosa.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Ramón Sobrino Torrens
Fecha de última modificación: 2024-05-18
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