Pequeña ermita del siglo XVII, restaurada varias veces, enclavada en la Sierra de Esparteros, con un fuerte vínculo con la comunidad local.
La Ermita de la Virgen de Gracia se encuentra junto a la carretera Montellano A-361, al suroeste de la localidad de Morón de la Frontera, provincia de Sevilla.
La construcción original de la ermita data de 1622, cuando el cabildo de Morón de la Frontera permitió a la Hermandad de la Virgen de Gracia edificar un nuevo templo río abajo, en la Sierra de Montegil. El traslado se hizo necesario por los problemas de conservación del antiguo santuario, situado cerca del río Guadaíra, con registros documentados desde 1535.
Durante el siglo XIX, la ermita sufrió un deterioro considerable, lo que llevó a una importante reconstrucción en 1915. Sin embargo, no fue hasta la remodelación de 1959 cuando el edificio adquirió su actual aspecto neoclásico, cambiando su fachada y pintando las molduras de color almagre sobre un fondo albero. En 2016, el templo recuperó su color blanco original, encalado con Cal de Morón.
El culto a la Virgen de Gracia fue suspendido en la década de 1970, lo que provocó el abandono de la ermita y su progresivo deterioro. En 1987, bajo la dirección del párroco José María Alonso, se proyectó una nueva restauración para recuperar el culto y celebrar la romería. Esta intervención dejó solo la nave principal y construyó dependencias nuevas, terminadas en 2002.
La ermita se ubica en la ladera de la Sierra de Esparteros, próxima al río Guadaíra, formando un conjunto armonioso con el entorno natural. Originalmente, constaba de una nave única con una fachada de líneas sencillas, cubierta de teja árabe, y una espadaña. A lo largo de los años, se añadieron la casa del ermitaño y una sacristía en su lateral izquierdo, aunque estos elementos desaparecieron en restauraciones posteriores.
La ermita ha sido restaurada en varias ocasiones para preservar su estructura y mantener su función religiosa. La última intervención significativa en 2016 recuperó su encalado original, y las dependencias anexas, como la sacristía y el almacén, están en buen estado. El edificio se encuentra bien conservado, sirviendo como espacio de culto y lugar de encuentro para la comunidad.
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Fecha de última modificación: 03/10/2012
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