Convento de San Blas en Lerma, Burgos

Situación

El COnvento de San Blas se encuentra en la plaza del mismo nombre, anexa a la Plaza Ducal de la localidad de Lerma, provincia de Burgos.

Historia

En 1613 el convento dominico femenino del Tovar, en Cifuentes-Guadalajara se trasladó definitivamente a la villa, inaugurándolo con gran orgullo del duque, ya que era patrono de la Orden y que gracias a las disposiciones del Concilio de Trento pudo traer a dicha comunidad a Lerma.

Al igual que otros conventos de Lerma, el arquitecto Francisco de Mora tomó parte activa en su diseño inicial, pero al fallecer en 1610 hubo que buscarle un sustituto, que fue Fray Alberto de la Madre de Dios.

En 1808 la tranquilidad del convento quedó alterada por la entrada de las tropas francesas que lo ocuparon, desplazándose sus moradores a Madrid y Valladolid, no sin antes esconder en casas de familiares y amigos gran parte de su patrimonio, para evitar perderlo en manos de los invasores.

Hasta 1813 no pudieron regresar, iniciándola reconstrucción de los desperfectos y retorno de su patrimonio, aunque perdieron el sagrario, regalo de su fundador y que desde el siglo XVII presidía el retablo mayor.

Actualmente lo siguen habitando monjas dominicas de clausura que confeccionan cerámicas pintadas a mano de gran finura y belleza.

Descripción

El Palacio Ducal se unía a través de pasadizos con la Colegiata de Lerma, pasando por los arcos de Santa Clara y el convento de la Ascensión en su ladera norte, pero también se unía con el convento de San Blas por un pasadizo volado, ya desaparecido, que accedía a una lujosa estancia al servicio del duque, desde donde podía asistir a las ceremonias religiosas. El pasadizo volado fue eliminado a finales del siglo XIX, pero si se observa la fachada sur del palacio, frente al convento, se pueden ven los restos de un arco en el muro.

La superficie del interior del convento y sus jardines es casi tres veces más grande que la Plaza Mayor, con unos 19.000 metros cuadrados.

Tiene reliquias muy veneradas, y es tradición en Lerma acudir el día 3 de febrero a la “Bendición de las Roscas" de dulce o de pan, típicas de estos días y que, aparte de dar dulzor, dan protección a la garganta.

Protección

El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).