Conjunto histórico marcado por la fortaleza de la Mota y un trazado urbano medieval.
El Centro Histórico de Alcalá la Real se encuentra en la localidad del mismo nombre, provincia de Jaén, ubicado en la comarca Sierra Sur, al pie del cerro fortificado de la Mota, cuya imponente figura domina el paisaje de la campiña olivarera jienense.
El origen de Alcalá la Real es remoto, con vestigios de griegos, fenicios y cartagineses. En la época romana fue un asentamiento importante, pero su historia adquirió relevancia durante la dominación musulmana, cuando en el año 1130 fue conocida como Alcalá Aben-Zaide. La ciudad cambió de manos varias veces entre musulmanes y cristianos hasta su conquista definitiva por Alfonso XI en 1341. Desde entonces, se convirtió en un baluarte clave en la frontera castellana del Reino de Granada, siendo testigo de constantes conflictos fronterizos.
A partir del siglo XV, comenzó la expansión urbana fuera de las murallas, desarrollándose a lo largo de la calle Real, que conectaba con la fortaleza de la Mota y servía como eje hacia el corredor natural del Llanillo, transformándose en el centro de la ciudad. La presencia de órdenes religiosas y la construcción de edificios civiles marcaron esta expansión, que consolidó el carácter de Alcalá la Real como un importante núcleo urbano.
El urbanismo de Alcalá la Real combina una trama ortogonal, con influencias radiales en las zonas próximas al Castillo de la Mota. Las manzanas tienen formas rectangulares, trapezoidales o triangulares, adaptándose a la orografía del terreno y a los antiguos caminos de acceso. Las calles son irregulares y empinadas en las áreas altas, con una disposición más racionalista en las zonas bajas.
La arquitectura se divide en dos tipologías principales: las viviendas burguesas de principios del siglo XX, con escaleras destacadas y patios pequeños o inexistentes, y las casas populares tradicionales, de tres plantas, que a veces incluyen terrazas. El crecimiento moderno de la ciudad se ha orientado hacia el sur, ocupando terrenos más llanos con un diseño más regular y calles rectas, lo que contrasta con la disposición medieval del casco antiguo.
El estado de conservación del Centro Histórico de Alcalá la Real es bueno en términos generales, aunque las zonas más antiguas han perdido parte de su trama original, especialmente los arrabales alrededor de la fortaleza. La fortaleza de la Mota sigue siendo un símbolo icónico, atrayendo visitantes y sirviendo como un recordatorio del pasado militar de la ciudad. Las áreas residenciales más modernas han respetado en parte la esencia arquitectónica, y se han realizado esfuerzos por preservar y poner en valor el patrimonio histórico, garantizando su integridad para futuras generaciones.
Inscrito como Bien de Interés Cultural (BIC) bajo la tipología de Conjunto histórico, publicado en el BOE el 25/04/1967, número 98, pagina 5.448.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
Fecha de última modificación: 31/08/2006
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